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María, la que desata los nudos de las familias

¡Y vaya que hay, nudos para desatar! En cada compartir con las familias siempre se presenta un nuevo problema, desafío, complicación... nudos que traban la vida espiritual de la familia. El grupo de familias se creó a mediados del año pasado por el interés de algunas parejas que compartieron algunos retiros y querían seguir orando juntos; que necesitaban la fuerza de una comunidad para llevar a delante esa rutina de desafíos de amor constante que plantea la vida familiar. El objetivo sobre todo era compartir y orar, y sostenernos unos a otros en el camino.


Éramos 4 familias, que llevábamos meses enteros rezando juntos sin habernos visto nunca todos presencialmente, pero con un amor tan intenso como si todos fuéramos de la misma familia.



Y un día con mucha espontaneidad, decidimos ir a visitar a la madre de las familias, nuestra querida virgen María, en su casa de Augsburgo. Allí donde se la venera como "La virgen desatanudos" una devoción muy conocida en algunos lugares de Latinoamérica, gracias que el Papa Francisco, cuando era cardenal en Argentina, llevó la estampita de un cuadro que él encontró muy especial en el sur de Alemania, en el Bayern. Y a ella queríamos pedirle que por favor desate los nudos que a veces complican la vida cotidiana de las familias: las dificultades de salud, las preocupaciones económicas, los vínculos de pareja y de padres e hijos, la comunicación...





Desde diferentes partes de Alemania vinieron autos cargados con muchos hijos y nos instalamos en el salón del encuentro a compartir una hermosa jornada que comenzó con la Eucaristía dada por el Padre Felipe y continuó con intensos momentos de compartir fraterno de las emotivas historias de amor que Dios nos regaló a cada pareja. Jugamos y caminamos en familia y como gran centro del encuentro nos congregamos a rezar un rosario especialmente preparado para la ocasión frente al cuadro de la virgen desatanudos.




Fue verdaderamente especial, muchos de los que estuvieron allí expresaron lo maravilloso de poder acerarnos como hermanos al regazo de María y de dar esos pasos de confianza que permiten que Dios actúe en lo más profundo de nuestro ser y libere todo lo que sea necesario para que se cumpla la voluntad de Dios en nuestra vida. Dios nos ha querido juntos y nos ha invitado a ser familia porque conoce que ese es el mejor plan para cada uno de nosotros. En el camino que desandamos para resolver nuestros problemas está también el camino de nuestra identidad como familia y nuestro camino de salvación al encuentro del Padre.


Gracias a todos los que participaron y les invitamos a todos los que estén interesados en futuras actividades con familias hispanohablantes en a Alemania, que nos escriban a través de la pestaña de contacto o las diferentes redes sociales.


¡Bendiciones para toda la familia hispanohablante en Alemania!

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