En la charla ofrecida el día de ayer por el Padre Gustavo Lombardo, del Instituto del Verbo Encarnado, a los miembros de la asociacón católicos, se abordaron temas cruciales para la vida cristiana: la intercesión y el combate espiritual. Este evento, lleno de profundidad y reflexión, subrayó la importancia de estas prácticas en nuestro camino hacia la santidad y en nuestra relación con Dios.
El Padre Gustavo inició su disertación enfatizando que la vida en la Tierra es una lucha constante, no solo contra nuestras propias debilidades, sino también contra fuerzas espirituales invisibles. Esta batalla requiere una negación de uno mismo y un esfuerzo continuo para alcanzar la santidad.
La intercesión, o el acto de pedir a Dios en favor de otros, ocupa un lugar especial en nuestra fe católica. En la charla, se destacó cómo acercarnos a Dios y a la Virgen María para interceder por los demás, puede requerir una vida espiritual más profunda y conllevar pruebas personales. Ejemplos de santos como San José Benito Cottoengo y San Alberto Hurtado se presentaron para ilustrar el poder transformador de la intercesión. La charla también abordó cómo la oración puede debilitarse debido a la falta de fe o a pecados personales, recordándonos la necesidad de mantener una vida espiritual sólida.
Otro punto clave de la charla fue la relación entre intercesión, sacrificio y oración comunitaria. El Padre Gustavo ofreció ejemplos bíblicos y anécdotas personales para subrayar cómo trabajar en equipo y rezar en comunidad fortalecen nuestra intercesión. La importancia de confiar en la oración y perseverar en ella también fue destacada.
A través de parábolas bíblicas como la de la viuda inoportuna y el amigo que pide pan a medianoche, se enfatizó que la persistencia en la oración y la confianza en Dios son esenciales para recibir respuestas. Ejemplos como Pedro caminando sobre el agua y la curación del endemoniado epiléptico ilustraron cómo la fe y la oración pueden obrar milagros.
En la charla se profundizó en cómo la fe y la oración persistente transforman nuestra realidad y la de los demás. Se mencionaron ejemplos de Santa Mónica y San Agustín, subrayando cómo la oración y la fe pueden llevar a resultados sorprendentes, aunque a veces estos tarden en llegar. La práctica de rezar por otros se destacó como una obra de misericordia espiritual, y se recordó cómo la fe profunda puede cambiar nuestra percepción de la realidad, citando a San Juan Pablo II como ejemplo.
Este encuentro con el Padre Gustavo ha sido una fuente de inspiración y conocimiento, recordándonos que la intercesión y la oración persistente son herramientas poderosas en nuestra vida espiritual. La charla nos invita a seguir cultivando nuestra fe, a perseverar en la oración y a apoyar a los demás en su camino hacia Dios.
EL Padre Gustavo Lombardo sigue de visita por Alemania y estará en estos días visitando Frankfurt y pronto partirá hacia Berlín.
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