El 2020 ya terminó y casi al final nos dejó la posibilidad de un hermoso renacimiento espiritual. En Erfurt, Turingia, tomamos la oportunidad de la fiesta a Nuestra Señora de Guadalupe para poder
celebrar nuestra última misa de Católicos Hispanohablantes del año.
Fue a medidos del 2020 que se nos regaló la presencia del Padre Johannes quien siendo alemán y viviendo en Erfurt, misionó un tiempo en México. Esta experiencia vital, cómo nos lo confesó en la homilía, además de acercarle al idioma, logró sumergirlo un poco en la cultura mexicana.
Para muestra, un botón: la devoción que él tiene a la Virgen de Guadalupe es tierna y filial y él fue quien sugirió encontrarnos el día sábado 12 de diciembre, fiesta de la Guadalupana. ¡Qué emoción cómo nuestra Madre está siempre presente para sus niños!
Ofelia llevó una imagen/réplica de la Tilma de San Diego y junto con una bandera de México, la Morenita presidió la celebración de la manera más elegante. De igual manera, uniéndonos a la solicitud del Papa, todos los que teníamos alguna imagen de la Virgen, la llevamos y cómo pequeña ofrenda se lo pusimos al pie de la gran réplica.
La homilía hizo referencia a las palabras de tranquilidad que nuestra Madre le ofreció a San Juan Diego. Todos los presentes nos sentimos muy conmovidos y pudimos sentir cómo son palabras de Madre, siempre actuales, para cada uno de sus hijos pequeños: “Ella le dijo: "¿Juanito (podemos poner aquí, cada uno su nombre), el más pequeño de mis hijos, ¿Dónde vas?". El respondió: Señora y Niña mía, tengo que (todos los afanes que nos llenan estos días) Ella luego le habló y le descubrió su santa voluntad. Le dijo: "Sabe y ten entendido, tú el más pequeño de mis hijos, que yo soy la siempre Virgen María, Madre del verdadero Dios por quien se vive: del Creador cabe quien está todo: Señor del cielo y de la tierra. Deseo vivamente que se me erija aquí un templo, para en él mostrar y dar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa, pues yo soy vuestra piadosa madre, a ti, a todos vosotros juntos los moradores de esta tierra y a los demás amadores míos que me invoquen y en mi confíen; oír allí sus lamentos y remediar todas sus miserias, penas y dolores. (…) Salió a su encuentro a un lado del cerro y le dijo: "¿Que hay, hijo mío el más pequeño?, ¿a dónde vas?". Se apenó él un poco, o tuvo vergüenza, o se asustó. Se inclinó delante de ella y la saludó, diciendo: "Niña mía, la más pequeña de mis hijas. Señora, ojalá estés contenta. ¿Cómo has amanecido?, ¿Estás bien de salud, Señora y Niña mía? Voy a causarte aflicción: sabe, Niña mía, que está muy malo un pobre siervo tuyo, mi tío: le ha dado la peste, y está para morir (…)
Cómo cuando nosotros queremos distraer al Señor con nuestras preocupaciones, que por muy santas que sean, debemos abandonar siempre en las manos de nuestra Madre que se las presentará a nuestro Jesús
"Después de oír la plática de Juan Diego, respondió la piadosísima Virgen: "Oye y ten entendido hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige; no se turbe tu corazón; no temas esa enfermedad, ni otra alguna enfermedad y angustia. ¿No estoy yo aquí?, ¿No soy tu Madre?, ¿No estás bajo mi sombra?, ¿No soy yo tu salud?, ¿No estás por ventura en mi regazo?, ¿Qué más has menester? No te apene ni te inquiete otra cosa; no te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella; está seguro de que sanó." 1
Transcribí estas partes y añadí un par de comentarios del encuentro de la Guadalupana con San Juan Diego, siguiendo la homilía del Padre Johannes, porque puedo sentir cuanto bien nos hacen cada vez que las leemos y nos sentimos, nuevamente, protegidos bajo su amorosa intercesión.
Tuvimos también la gracia de que una cantante de ópera nos acompañara y deleitara con una rendición perfecta del Ave María. De igual forma, nos acompañó Jonas en el órgano y Martín en los cantos.
Después de la bendición a las imágenes, el Padre también nos dio una ¡bendición solemne!
No puedo terminar esta noticia desde el corazón de Alemania sin contarles también que, con la confianza puesta en nuestra Madre, los domingos a las 21:00, de manera virtual, pero con la cercanía de la familia espiritual que somos, nos juntamos a rezar el Rosario por todas nuestras intenciones personales, por las del santo Padre, nuestros países y para que pronto se pueda ver una salida a esa
situación tan inusual. Si desean unirse, contáctense con Católicos hispanohablantes en Alemania, y ellos se encargarán de hacernos llegar sus datos personales para unirnos, en el regazo de María, para pedirle no pocas cosas.
DATO IMPORTANTE! Nuestra próxima misa en Erfurt es el 06.02.2021 a las 15:00 horas y habrá bendición de velas, conmemorando la festividad de la Virgen de la Candelaria.
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